Durante la temporada 1939-40, se permitió al Atlético-Aviación jugar de manera provisional algunos partidos como local al quedar el Stadium Metropolitano destruido durante la Guerra Civil, y antes de recalar en el Campo de Vallecas. Tras un inicio de temporada en el que el equipo no ganó a ninguno de sus rivales directos, Óscar Fernández fue destituido y reemplazado por Manolo Cano. Un exjugador del club, José María Castell, quien ya había sido el arquitecto del Stadium Metropolitano de Madrid, fue el responsable del proyecto que incluía un complejo deportivo formado por pistas de tenis, gimnasio y piscina, así como un campo de hierba -el primero en plena propiedad de la historia de la entidad- con capacidad para 15 000 espectadores.