En ellas, se mediría al joven austríaco y séptimo del mundo Dominic Thiem, quien aplastó a Novak Djokovic en la ronda anterior y quién era el único jugador que lo derrotó en tierra batida desde el comienzo de la temporada, Nadal se cobraría revancha de lo ocurrido en Roma hace 2 semanas atrás y lo aplastaría por un cómodo 6-3, 6-4 y 6-0 en 2 horas y 7 minutos de partido consiguiendo el pase a la final del torneo, siendo esta la vigésimo segunda final de Grand Slam en su carrera (segunda marca histórica solo superada por el suizo Roger Federer con 28) y décima en Roland Garros.