Franco quería agasajar a los requetés, así que se adjudicó la plaza en Primera al club navarro en agradecimiento a la participación de sus gentes en el triunfo militar. El nuevo presidente llegó en una etapa de crisis en el mundo del fútbol que, ligada a la fuerte dependencia que aún unía a su club con Bilbao, hizo que su gestión se complicara sobremanera. En el equipo blanco jugó cuatro temporadas, tras las que se fue al Inter, donde estuvo dos años.