No podrá existir más que una liga profesional por cada modalidad deportiva y sexo en el ámbito estatal”. La falta de financiación, de manera opuesta a los presupuestos desorbitados de equipos masculinos, hace que muchas tengan que emigrar a ligas más potentes en otros países.El Real Decreto de Federaciones Deportivas de 1991, aún vigente, contiene un artículo sorprendente: “La denominación de las ligas profesionales deberá incluir la indicación de la modalidad deportiva de que se trate.