En la ida, el 23 de mayo de 1940, el Zaragoza consiguió llevarse un empate a cero de Vallecas. Se jugó el 28 de mayo en Las Corts, y el once maño superó por 4-2 a los madrileños, que se apearon de la Copa en el primer asalto. Así las cosas, algunos de sus jugadores decidieron abandonar el equipo para unirse a las filas rojiblancas. La Sociedad Gimnástica Española estaba llevando a cabo una remodelación, por la cual se le restaría importancia al equipo de fútbol para potenciar el resto de las secciones deportivas.