Y es que polémica por las camisetas las ha habido siempre. La penetración de las redes sociales y el grandioso altavoz que propaga Internet ha dado clave de conflicto a una cuestión que debería manejarse en un estadio mucho más inferior. Se juega mediante una pelota que se debe desplazar a través del campo con cualquier parte del cuerpo que no sean los brazos o las manos, y mayoritariamente con los pies (de ahí su nombre).